Monday, May 30, 2011

Reexaminando a... Vincent Price (100 años de su nacimiento)

Eduardo Manostijeras (****)
de Tim Burton y Caroline Thompson


Aquí está Tim Burton contándonos un cuento, pero vaya cuento, cruel, tremendamente desolador con sus criaturas. Burton afinó su discurso hasta su mejor nivel en Eduardo Manostijeras. A su habitual maestría visual, se suma una historia emocionalmente perfecta: un chico desplazado de la sociedad por su pequeño gran defecto.




Retrata a la perfección la crueldad que toda persona lleva dentro, que toda persona es capaz de hacer en todo momento, siempre arropado por una socedad mezquina que le avala. La película es un perfecto muestreo de ese extraño vaivén emocional del hombre: algunas veces admirado, muchas veces ignorado, según convenga a los demás.

Y se me olvidaba, el amor, claro, ahí está también el amor que todo lo puede, el amor siempre presente, como motor para el abandono de la desolación. Pero a veces el amor no vence, a veces el cuento termina sin perdices, sin felciidad aparente. A veces la nieve todo lo cubre.

Wednesday, May 25, 2011

Criticando, siempre criticando

Midnight in Paris (****)
de Woody Allen


París parece haber revitalizado a Woody Allen, que firma su mejor película desde Match Point y su mejor comedia desde Todo lo demás. Sus calles vuelven a ser de postal como su Barcelona anterior, pero aquí la ciudad es mucho mejor protagonista. Porque París es el centro de su nueva historia. Más que un lugar, es una utopía: vivir como siempre se ha deseado, vivir como se debe vivir, sólo puede hacerse en París, pero no en cualquier París.

Allen sigue centrado en la moraleja: antes fue en la pasión (Vicky, Cristina, Barcelona), la búsqueda de la felicidad (Conocerás al hombre de tus sueños) o en la no búsqueda (Si la cosa funciona). Eso es quizás lo que menos interesa de esta última película: el discurso que la acompaña. La nostalgia la transmite mejor con imágenes que con esos discursos finales.



Allen consigue siempre lo mejor de sus actores, y Owen Wilson no ha sido una excepción. Wilson te hace recordar al mejor Woody Allen, no físicamente desde luego, pero sí claramente en gestos, en movimientos vuelve aquel Woody Allen que enamoraba a Diane Keaton o Mariel Hemingway.

En cuanto a los personajes, Hemingway es el más divertido, el más “alleniano” por su vis cómica. Quizás Picasso sea el retrato más tosco, dentro de que todo es muy caricaturizado, claro está, pero qué importa. Ves Midnight in Paris y cada viaje nocturno de Owen Wilson es un momento soberbio, cada fiesta de los Fitzgerald (mis preferidos) un momento único. Ojalá pudiéramos llegar a ese París, o a cualquier lugar, o a cualquier pasado, donde todo era esperanzador.

Wednesday, May 18, 2011

Reexaminando a... Viridiana (50 años de su victoria en Cannes)

Viridiana (****)
de Luis Buñuel y Julio Alejandro


Viridiana es una obra maestra de la perversidad, que junto con Lolita de Kubrick y Nabokov son los máximos exponentes de la perversión en un alarde de simpleza, sin tener que recurrir a lo grotesco o a la violencia física al estilo de Lars von Trier en alguno de sus trabajos.

Mayor es el mérito. Sin apenas mostrar, Buñuel lo dice todo en esta relación tío-sobrina, en la llegada de ella, en la obsesión de él. El dolor y la tragedia pueden estar en un vestido de boda, en un juego de cartas, en una última cena.



Sin duda la censura jugó un papel fundamental. En el intento de evitarla (finalmente fue censurada aunque en principio contó con el apoyo del régimen), Buñuel incita más que muestra, y hace que la imaginación juegue un papel fundamental, y la perversidad alcanza su mayor hito.

Palabra del hijo “…había un dibujante allí [en México] que hizo una caricatura en la que mi padre le deja un paquete a Franco que se llama Viridiana. Se aleja riendo y ¡Bum!, le explota a Franco en la cara. Eso hizo mi padre con esta película: meterle una bomba a la dictadura”.

Thursday, May 12, 2011

Libros de cine

Conversaciones con Woody Allen (****)
de Eric Lax


Mano a mano entre Woody Allen y Eric Lax (también biógrafo de Woody Allen) donde conversan desde los comienzos de la carrera cinematográfica de Allen hasta el año 2006 (en la 1ª edición).

Con él repasa todos los pormenores de sus producciones, de sus proyectos futuros (pudiendo comprobar si finalmente llegan a buen puerto) o sobre la valía de algunos de sus filmes (vistos desde la actualidad).

Este juego temporal es lo más interesante de las entrevistas que, por otro lado, no termina de llevar bien Eric Lax, desconcertando con algunas preguntas y dejando escapar otros aspectos más interesantes. Aún así, el libro crece, y lo hace porque lo más interesante es Woody Allen, que se manifiesta abiertamente (sobre todo en el tramo final de su carrera) sobre sus actrices fetiches, sus actores preferidos, sobre los trabajos de producción, de fotografía… pudiendo entrar en ese maravilloso mundo del rodaje cinematográfico.



Lo mejor es ver su evolución. Los miedos del primerizo cuando estaba encadenado a las comedias alocadas, el sufrimiento por el paso a comedias más serias o directamente a dramas sin contemplaciones. Poco a poco fue ganando seguridad en sí mismo y empezó a trabajar libremente, lo que le ha convertido en un genio, porque, como él mismo dice, se lo pasa bien haciendo lo que hace, que podría ser mejor, con más años de preparación, pero en ese punto de su vida hay cosas que no quiere sacrificar: la familia y el partido de los Knicks están primero.

Monday, May 09, 2011

Series - Criticando, siempre criticando

Misfits (***)
de Howard Overman


Por fin unos superpoderes masivos. Ya estamos hartos de elegidos. La democracia llegó al mundo de los héroes. Todos podemos serlo, sólo hay que esperar bajo la tormenta. Porque eso es lo que ocurrió en Inglaterra, una lluvia torrencial y todo el mundo a jugar. Misfits se centra en cinco inadaptados que acaban en un centro de asuntos sociales, que en vez de solución, será el principio de todos sus problemas.

Misfits es irregular. Hay momentos muy brillantes, de ritmo espectacular, sostenido sobre todo por uno de los cinco inadaptados (el Nathan que interpreta Robert Sheedan es uno de lo mejores personajes que se ha visto en TV). Otras veces te preguntas qué diablos haces viendo esto. Situaciones poco convincentes y un argumento que no sostendría el escrutinio de un niño de 6 años.



No hay un hilo transversal que dé consistencia a la serie. La supuesta trama se pierde muy pronto y es secundaria. Los capítulos son situaciones a las que se deben enfrentar, pero sin mucho nexo de unión. Pero la verosimilitud da igual. Algunas veces te sorprende y te atrae, y otras veces te cansa y se repite. Esto es Misfits, un continuo vaivén, muchas veces brillante, otras deprimente.

Wednesday, May 04, 2011

Series - Criticando, siempre criticando

Sherlock (****)
de Mark Gatiss y Steven Moffat

Este Sherlock remozado y llevado a la actualidad es una versión mejorada de El mentalista, o ésta es una versión desmejorada del Sherlock original. El símil viene al caso por la exagerada inteligencia del protagonista, pero hasta ahí llega la comparación. Este Sherlock (magistralmente interpretado por Benedict Cumberbatch) es mucho más atractivo, más sugerente, más apasionado.


Sherlock vive por y para la investigación. No hay nada que escape de su escrutinio. En un mundo sobreinformado, en un Londres más complejo, Holmes es capaz de seleccionar lo importante, y lo importante no es saber sobre política, sobre astronomía o sobre presentadoras de televisión (para eso está Watson). Lo importante es la tardanza en la coagulación de la sangre o los procesos que experimenta un cuerpo tras la muerte.

Sherlock sí que sabe, y Watson le ayuda, pero Moriarty, él pone la sustancia que aviva la angustia de Holmes. Es la nicotina o la cocaína o lo que sea que se meta. Cada caso es una nueva prueba, y cada vez más difícil, todavía más. Lo imposible está por llegar. ¿Alguién podrá detener a Moriarty? Sólo Holmes puede.