Wednesday, April 29, 2009

Reexaminado a… Hayao Miyazaki.

El viaje de Chihiro (****)
de Hayao Miyazaki.

“Tenemos que estar abiertos a los poderes de la imaginación, siempre aportará algo útil a la realidad”. En esta frase Miayazaki expone sus principios en cuanto a la producción cinematográfica. Si hay una palabra para describir su cine, ésa sería fantasía, partiendo de un mundo extraño y bello, que entronca siempre acertadamente con el mundo real, creando una fábula a la vez divertida y reflexiva acerca de todo lo que nos rodea.



Y eso es también El viaje de Chihiro, la película que lo consagró, junto a La princesa Mononoke (anterior) y El castillo ambulante (posterior) formando una trilogía que marcará una época en una animación dominada por la perfección técnica del que Miyazaki rehuye sin que por ello deje de ser bello.

En el viaje de Chihiro narra la historia que en pleno viaje junto a sus padres se adentra en un mundo misterioso, donde sus padres son convertidos en cerdos y ella, a partir de ese momento, tendrá que aprender a integrarse a todo lo que es ajeno, a una serie de personajes salidos de una imaginación radiante. Una Alicia en Japón.



Aquí no existen, y es de agradecer, buenos ni malos, cada personaje aporta un matiz a esa polaridad. Ni tampoco existe una moraleja que sorprenda a la protagonista, sino que es ella, y con ella nosotros, los que la descubrimos sin que sea autoimpuesta, como es tan habitual en Hollywood. Un pequeño oasis entre tanta saturación de banalidad.

“No creo que los adultos deban imponer su visión del mundo a los jóvenes, creo que ellos tienen capacidad suficiente para crear su propia visión”. Palabra de Miyazaki.

Thursday, April 23, 2009

Pasiones cinéfilas – January Jones

A January Jones cuesta verla alejada del papel de esposa acomodada de Don Draper en Mad Men. Y aunque en la segunda temporada se rebela ante esa seguridad, es imposible dejar de ver la imagen de madre reposada, cigarro en mano, arropada por lujos de la época. Sin embargo, fuera de su personaje, se ha convertido en objeto de revistas y miradas.



Como su personaje, January comenzó como modelo; y como su personaje, lo abandonó. En la serie por Don, en la realidad por el cine. Y aunque sus papeles (secundarios) no fueron del todo acertados: American Pie, Dirty Dancing: Havana nights… poco a poco fue seleccionando mejor sus papeles, y difuminándolos más en el tiempo. Primero en Los tres de Melquíades Estrada de Tommy Lee Jones y Guillermo Arriaga, y ahora en la actualidad, en la televisión, con apariciones en Ley y Orden, y un papel protagonista, y vaya protagonista, en Mad Men.



En la actualidad, tiene pendiente de estreno Radio encubierta (The boat that rocked), junto a Phillip Seymor Hoffman, y dirigida y escrita por Richard Curtis, el guionista, entre otras, de Bridget Jones o Love actually (de la que también participó January).

De belleza relajada, para nada artificial, January convierte cada plano en la que aparece en un motivo para la recreación.

Thursday, April 16, 2009

Reexaminando a... Raymond Chandler

Extraños en un tren (***)
de Alfred Hitchcock, Raymond Chandler y Czenzi Ormondi.

Dos extraños se conocen en el tren. Un afamado tenista y un admirador. Éste, sabedor de la situación personal del tenista (problemas con la separación de su mujer) le propone un intercambio de asesinatos. Sólo Hitchcock y Chandler (basándose en la novela de Patricia Highmith) podía poner un punto de partida tan fascinante.


Lástima que la tensión de esa primera parte no se mantenga el resto de la película. Porque la película se aleja demasiado pronto de los dilemas morales y se convierte en un thriller (magistralmente rodado), pero al que se le podía haber sacado mayor partido.

Monday, April 13, 2009

Series - Criticando, siempre criticando

True Blood (***)
de Allan Ball.

Era muy esperado el regreso de Allan Ball a la TV tras “A dos metros bajo tierra” y en True Blood ha repetido los mismos temas (muerte, droga, homosexualidad) pero con muy diferente forma, y es aquí donde no llega al nivel de A dos metros. La idea es muy interesante: la comunidad de vampiros sale a la luz (metafóricamente) y pide un reconocimiento en el mundo actual, y Ball centra el relato en la sociedad sureña de EE.UU. donde las tradiciones se mantienen arraigadas.



Mientras que los ciudadanos no toleran este reconocimiento, los vampiros tampoco parecen adaptarse, a pesar de la sangre embotellada que lo sustituye a la natural y de un grupo de presión que trabaja en el ámbito político. Una serie de asesinatos en el pueblo los ponen en sospecha. Pero como toda historia que merezca ser contada, falta la historia de amor, en este caso Bill (fantástico Stephen Moyer), que se siente atraído profundamente de una humana Sookie (Anna Paquin). Ambos son incomprendidos por sus respectivos ámbitos.



De la idea a la práctica hay algo que falla: la idea se plasma con algunos diálogos, situaciones y escenas demasiado burdas. Luego hay diálogos, situaciones y escenas que maravillan (gran factura visual). Y en la irregularidad es donde la serie pierde.

Friday, April 03, 2009

Series – Criticando, siempre criticando

Mad Men (*****) [2ª temp.]
de Matthew Weiner.


Weiner va sobre seguro en la 2ª temporada de Mad Men. Agudiza las relaciones personales, acrecienta los temas políticos (Cuba, Kennedy) y sigue dejando en segundo plano el mundo de la publicidad, de nuevo como excusa para describir a esos tipos de traje y corbata, que se siguen pudriendo por dentro, ambiciosos de poder y sexo.



De nuevo sobre Jon Hamm recae todo el peso de un protagonista que parece darse cuenta de su error, pero ya es tarde. Ahora Betty (fantástica January Jones) toma el mando de la situación y se revela ante una sociedad injusta con las mujeres. Como lo hace Peggy Olsen (Elisabeth Moss) escalando puestos en una organización machistas.



No nos podemos engañar, Mad Men es un culebrón, con todos los ingredientes clásicos, engaños, amores no correspondidos, venganzas, infidelidades, embarazos… pero es un culebrón tan bien contado que apenas te das cuenta y te dejas llevar. Como si Fitzgerald (referenciado varias veces en la temporada) fuera el que firmara el guión, al que se le acusa de escribir sobre nada, pero ¿y lo bien que escribía sobre esa nada? Eso es Mad Men. Parece que no pasa nada, pero terminado los 45 minutos te encuentras de golpe con la realidad.